¿A tiempo de corregir el rumbo torcido en Quintana Roo?
Raymundo Martín Gómez
Ningún partido en Quintana Roo hoy tiene la fortaleza suficiente para ganar las próximas elecciones y menos porque carece de talentos políticos que se hayan forjado durante las últimas décadas en que gobernadores corruptos, salvo alguna excepción, han dejado pobreza, miseria, inseguridad, caos, latrocinio y otras calamidades.
El PAN, PRI, PRD, PT, Verde y demás organismos políticos y partidistas carecen de fuerza o gente preparada a causa de tanto desorden generado en particular desde los años ochenta en que debió surgir una nueva y vigorosa camada de políticos probos, bien intencionados, con buena formación, visionarios, capaces de llevar por el progreso a esta joven entidad llamada Quintana Roo.
El primer gobernador constitucional, Jesús Martínez Ross, quien se dedicó a los negocios y a comprar o apropiarse de grandes terrenos, quiso dejar como próximos gobernantes a mañosos y mafiosos amigos suyos, algo que no lo permitió el joven gobernador entrante Pedro Joaquín Coldwell quien tampoco pudo o no quiso dejar grupos en formación debido a que unos días de entregar el poder recibió un cargo de mayor nivel en el DF.
Miguel Borge Martín, en realidad, es el responsable histórico de estos problemas porque cuando ingresó al poder en 1987 incorporó en su gabinete a sus amigos, la mayoría desconocedores de la política y otros de plano verdaderos rufianes como Eduardo Ovando Martínez y sus huestes.
El descontrol político aumentó que fue avivado por el inepto desgobierno que arremetió contra sus críticos y analistas hasta llegar a exigir el despido de seis periodistas de distintos medios de comunicación que generó la huelga de hambre en Cancún iniciada el 8 de octubre de 1988 por nosotros la cual perdió Borge y su gente, tras lo cual se generó la brutal corrupción de la prensa a nivel estatal junto con la de sus amigos políticos.
De allá para acá la situación empeoró con Mario Villanueva Madrid, Joaquín Hendricks, Félix González y ni qué decir con su hijo putativo, Roberto Borge Angulo (FOTO INCLUIDA CUANDO ERA SU GATO), al grado de que hoy nuestro amado Quintana Roo no sólo tiene a dos ex gobernadores en la cárcel (Villanueva y Borge) sino que vive azotado por la crisis económica, siendo una entidad muy rica, con graves problemas de corrupción, de valores, inseguridad, desempleo, del medio ambiente y parece ir a la ruina a corto. mediano plazo y largo plazo al grado que mucha gente abandona la entidad para dejarla desierta.
Esta cruda realidad, por increíble que parezca, no la quiere reconocer el gobierno federal en turno ni el estatal para que junto con la sociedad se corrija el rumbo en lo que todavía se puede hacer. ¿No se dan cuenta que tal vez se está a tiempo de endereza el rumbo de este barco donde vamos todos? Qué les cuesta reconocer los errores del pasado para enmendar los errores políticos, partidistas, económicos, de seguridad, educación, salud y demás.- Raymundo Martín Gómez, Chetumal, Q. Roo
Tiempo perdido que jamás regresará
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