EL CRITICO RAY:

El gobernador de Q. Roo, ¿impopular y a la ruina por presiones a la prensa?

Raymundo Martín Gómez

Sorprende que a casi año y medio de iniciado su sexenio, el gobernador Carlos Joaquín carece de una verdadera política de comunicación para con los quintanarroenses a quienes se supone gobierna y que siguen esperando el llamado "cambio" prometido en campaña o en su toma de posesión.

Su gente de la Coordinación de Comunicación Social se ha centrado en difundir las actividades del "gobernador viajero" en las plataformas digitales (llamadas redes sociales) que no tienen buena aceptación más cuando se trata de asuntos políticos con o sin tintes partidistas, excepto tratándose de escándalos o cuestiones banales, en que cobran relevancia.

Carlos Joaquín, asesorado por unas gentes que llegaron a Quintana Roo y que desconocen la mentalidad del quintanarroense e ignoran que esta entidad apenas tiene 43 años como tal, parecen llevarlo hacia la ruina pues a juzgar por los hechos, se centran en cobrar sus jugosos sueldos y demás prestaciones para justificar su presencia mientras cometen travesuras.

Incluso los funcionarios de dicha Coordinación de Comunicación Social han regañado en público a comunicadores que ya tienen convenio económico firmado con el gobierno y a otros de plano los silenciaron sacando del aire a determinado noticiero de radio, mientras las presiones aumentan contra unos periodistas más para que publiquen todo a favor del gobernador y nada de críticas ni comentarios en contra.

Carlos Joaquín (FOTO INCLUIDA EN IMPROVISADA RUEDA DE PRENSA) disfraza esta falta de contacto con el pueblo vía medios mediante sus diálogos directos con segmentos de la población en sus eventos realizados en los distintos municipios copiando un poco lo que hacía su hermano el entonces gobernador Pedro Joaquín cuando recibía una vez a la quincena en Palacio de Gobierno a los grupos campesinos u otros sectores de la población, lo cual al final fue suspendido porque además es desgastante (antes lo hizo en Yucatán el entonces gobernador Francisco Luna Kan, con relativo éxito).

Entonces, sin una verdadera política de comunicación entre el pueblo y el gobierno a través de los medios, ¿qué pasará? Todo está por verse mientras Carlos Joaquín no abra los ojos y vea que cada día pierde adeptos, que aumenta el rechazo del pueblo. que el tiempo pasa demasiado rápido y que su imagen se pierde hasta por los errores que siguen cometiendo sus colaboradores al despedir de su empleo a aquellos burócratas que votaron por él en pro de un cambio, hartos del nefasto borgismo. ¿Eso a quién terminara beneficiando? A unos oportunistas.- Raymundo Martín Gómez, Chetumal, Q. Roo