EL CRITICO RAY:

¿Sigue sin entender Carlos Joaquín que está sentado en un barril de pólvora?

Raymundo Martín Gómez

Cuando deje de viajar dentro y fuera de México, tal vez el gobernador de Quintana Roo, instalado en sus oficinas de Palacio de Gobierno en Chetumal, podría darse cuenta de que en realidad ha perdido año y medio para hacer mejor las cosas, como lo prometió en campaña y lo reiteró en su toma de posesión.

Carlos Joaquín González, con funcionarios de primer nivel que ya demostraron su ineptitud, engreídos e incapaces para cumplir su función, que han sido señalados, evidenciados en público y hasta encarcelados por corrruptos o mafiosos, pasa momentos muy complicados que ya no regresarán pero sí podrían empeorar pues contra lo que él piensa, cada día pierde tiempo y el apoyo del pueblo.

Los chetumaleños, los del sur y centro de Quintana, desde hace tiempo le viene diciendo al gobernador que no están satisfechos con su labor ni ha cumplido las promesas del cambio pero Carlos Joaquín se ha dedicado a viajar, incluso al extranjero, al grado de que en diciembre se tomó unas vacaciones familiares en Europa, todo con gasto al pueblo.

Sus colaboradores, la mayoría llegados de otros lugares, también cerraron sus oficinas para disfrutar las fiestas de la época sin importarles un comino la grave crisis que en casi todos los aspectos flagela a los quintanarroenses, incluyendo a los del norte, donde la delincuencia ha rebasado a los tres órdenes de gobierno.

¿Fue o es un acierto dejar el barco para el capitán cuando se está a punto de naufragar? ¿Demuestra esa actitud de irse de vacaciones que en verdad le importa un comino los problemas de la gente a la que juró llevar al progreso? ¿Se confirma así que el gobernador escucha más a su esposa y obedece la presión familiar en lugar de atender los problemas sociales, políticos, económicos y demás del pueblo?

Carlos Joaquín con su grupo de pésimos funcionarios a su alrededor parece no entender que está sentado en un barril de pólvora al que incluso algunos pérfidos panistas y perredistas, que creen ser los autores de su triunfo, por haberlo postulado para el cargo, le están tirando para que todo estalle con sus pésimas decisiones y sus perversos actos. ¿No lo entiende el gobernador?

Se sabe que tiene un equipo de asesores poco conocidos y aunque pudieran ser los parte de los causantes de todo enredo pero quien pagaría los platos rotos es el gobernante. Cuidado. Los gobernadores de Quintana Roo no tienen derecho a vacaciones ni a viajes de placer, menos con cargo al pueblo porque los problemas parecen próximos a reventar por culpa de él mismo si no trabaja 12 o hasta 14 horas cada día incluyendo sábados y domingos. La advertencia es oportuna.- Raymundo Martín Gómez, Chetumal, Q. Roo