viernes, 24 de noviembre de 2017

Resignados, en Cancún parecen acostumbrarse a vivir entre muertos y asaltos

REPORTE/EL CRITICO
"Ya nos estamos acostumbrando a vivir entre robos, asaltos, ejecutados...", dice don Pedro, un cancunense que llegó de Campeche hace casi 40 años cuando todo era belleza natural, bonanza económica, había turismo y se podía progresar.
Hoy todo es diferente, recuerde este veterano taxista quien hace unos años se retiró del volante después de 36 años de servicio ininterrumpido, "pues es raro el día en que no aparezca al menos una persona ejecutada" por los delincuentes que se disputan la plaza con la venta de drogas.
"Cuando ocurre un crimen en la calle, un asalto, un acuchillado, nos acercamos a ver si es algún familiar nuestro y si no lo es le damos gracias a Dios y nos retiramos porque no podemos hacer nada más", dice con pena y resignación este cancunense.
Don Pedro relata que durante el día y más en la noche "vivimos con la incertidumbre de que nuestros hijos o nietos regresarán sanos y salvo a la casa" porque saben que los funcionarios, la policía no es garantía de seguridad ni se les ve patrullando las calles de Cancún (FOTO INCLUIDA), al contrario, esos agentes policiales "se dedican a detener a los albañiles los fines de semana para quitarles su dinero o de plano están coludidos con los narcos para protegerlos".
Otros cancunenses viven preocupados porque hay días en que aparecen tres o más personas ejecutadas pero casi nadie comenta los asaltos que sufren las personas en las calles, regiones o en sus casas porque ya se volvió algo común para desgracia de los quintanarroenses que parecen estarse acostumbrando a vivir azotados por la delincuencia, como si no hubiese autoridad pues los funcionarios dicen que son casos aislados.- N.L.A., Cancún, Q. Roo

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