Raymundo Martín Gómez
Los chetumaleños y electores de otros municipios les dieron tremenda cachetada a Carlos Joaquín y a Enrique Peña Nieto en las elecciones de ayer domingo 1 de julio en que sus candidatos no oficiales perdieron, obtuvieron un tremendo rechazo, porque la crisis económica se acentúa, el desempleo o subempleo crece, ellos con sus amigos políticos se han enriquecido más, la inseguridad es cada día más grave...
El elector chetumaleño, salvo algunas excepciones, ya entendió que su voto vale y así como votó hace más de dos años para que un desconocido Carlos Joaquín llegara a la gubernatura de Quintana Roo postulado por el PAN y el PRD, ahora hicieron polvo a esos partidos, en manos de oportunistas, soberbios y arrogantes amantes del dinero, para llevarse entre las patas a los a los candidatos a cuatro diputaciones federales y dos senadurías, para empezar.
Además, Carlos Joaquín y sus cuates panistas o perredistas perdieron la ciudad capital, Chetumal, donde ganó al dos o tres por uno el improvisado moreno don Hernán Pastrana Pastrana, ex alcalde del PRI en los años setenta, sobre un mafioso, cínico y oportunista chino llamado Fernando Zelaya, quien había pedido permiso como diputado estatal para buscar esta presidencia municipal.
Hasta esta mañana del lunes 2 de julio de 2018 no tenían seguro ningún triunfo para alcalde en los 11 municipios quintanarrorneses los panistas en alianza con el PRD y este es un grave revés para Carlos Joaquín tomando en cuenta que también perdieron las citadas diputaciones federales y las senadurías.
La gente ya esta harta de que Carlos Joaquín no gobierno, que se dedique a los viajes, a la buena vida, con sus dos hijos varones y su esposa que parece darle instrucciones incluso para que hayan cometido el grave error de votar en Cancún, donde la familia tiene su residencia, y no en Chetumal donde se supone que trabaja en Palacio de Gobierno y además el pueblo le paga todos los lujos de la enorme Casa de Gobierno ubicada sobre la Av. Insurgentes enfrente de Walmart.
A esto hay que agregarle el abandono en que Enrique Peña nieto ha tenido a Chetumal, como ciudad capital al preferir en sus giras de trabajo a Cancún, más los problemas que ha generado con el aumentos a la gasolina y demás combustibles, el desempleo, el haber trasladado a casi todas las dependencias federales de Chetumal a Cancún, el problema de la inseguridad, los robos, los ejecutados...
Sin duda Carlos Joaquín y Peña Nieto cosecharon algo de lo mucho, de lo malo o peor que han sembrado en Quintana Roo pero el amago ahora es contra Andrés Manuel López Obrador porque si no cumple sus promesas incluso de traer la Secretaría de Turismo a Chetumal ni mete en orden a José Luis Pech Várguez, senador triunfante, y a otros conocidos cacos ex priístas, también los ciudadanos tendrán que cortarles de tajo el camino sin esperar seis años.
Lo aconsejable que es que a dos años de su gestión Carlos Joaquín ponga sus barbas a remojar, que se sacuda de los nefastos sujetos traídos de afuera que están saqueando la entidad y enderece el rumbo, so pena de que estos días los ciudadanos le clausuren la Casa de Gobierno y el propio Palacio de Gobierno porque ha comprobado ser nocivo para la sociedad, que lo repudia.- Raymundo Martín Gómez, Chetumal, Q. Roo
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