lunes, 9 de julio de 2018

Fuera con Carlos Joaquín y los malos políticos de Quintana Roo

Raymundo Martín Gómez
Si Carlos Joaquín con su familia oficialmente vive en Cancún como lo demostró al votar este 1 de julio en ese polo turístico, ¿qué caso tiene seguirle pagando con los impuestos del pueblo la Casa de Gobierno en Chetumal que ocupa como una hectárea de terreno, con todos los lujos, servicios y personal de los que carece cualquier quintanarroense humilde o hasta de nivel medio?, se preguntan distintos ciudadanos.
Si por lo mismo tampoco acude a Palacio de Gobierno pues son sabidos sus constantes viajes en avión dentro y fuera de México, incluso fue en horario de trabajo a apoyar el cierre de campaña del entonces candidato panista yucateco, ¿tiene sentido dejarlo entrar a sus oficinas o hay que clausurar ese edificio donde tampoco se solucionan problemas pero se sabe que funcionarios de buen nivel como Manuel Alamilla hacen jugosos negocios?, es otra pregunta ciudadana.
Mucho dinero, demasiado, se gasta a diario en comida, bebidas, mantenimiento, personal del gobierno, vehículos y demás apoyos que en nada benefician a la sociedad como para seguir manteniendo a un aprendiz de político que resultó mendaz, oportunista y no trabaja por el pueblo, al que prometió progreso, bienestar, salud, educación, empleo...
Por eso los chetumaleños, que hace más de dos años le dieron su voto para que llegara a la gubernatura hoy no sólo se siente traicionados, engañados, por Carlos Joaquín y los partidos chafa, PAN y PRD que han vendido muy cara la idea de que ellos lograron esa victoria, sino que reclaman con justicia que deje el cargo, que renuncie, y sea nombrada otra persona para en verdad gobierne.
Los problemas que vive Quintana Roo en materia turística, como el sargazo que huele mal y ofrece un terrible espectáculo para el visitante en los 840 kms. de la costa quintanarroense, la inseguridad que a diario genera uno, dos, tres o más personas ejecutadas por los criminales, la falta de programas productivos, sumados a la aguda crisis económica, obligan a reiterarle a Carlos Joaquín que por el bien de Quintana Roo renuncie, que se haga a un lado, y siga en sus asuntos banales.
Así o más claro, porque con su voto de castigo este 1 de julio a los candidatos que mandó al frente, hoy derrotados y humillados, los quintanarroenses se lo están pidiendo ya en las tiendas, loncherías, comercios, en la calle. ¡Fuera con los malos políticos pero ya!, es el clamor popular.- Raymundo Martín Gómez, Chetumal, Q. Roo

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