Una Bob Esponja que intentó afectar las elecciones del domingo

La vigilancia de los chetumaleños en las casillas electorales durante las votaciones y después fue algo que está volviendo una sana costumbre a sabiendas de que existe mucho maloso que podría alterar los números finales, según se confirmó en varias casillas recorridas este domingo 1 de julio.

Por ejemplo en las dos casillas ubicadas sobre la Av. Insurgentes con 4 de Marzo (llantas Tornel), los ciudadanos notaron que la capacitadora electoral del INE estaba ordenando qué hacer a los presidentes de las dos casillas instaladas y le hicieron notar que ella no tenía esa facultad pues la autoridad eran los respectivos presidentes de las casillas.

Grosera, altanera, gritando, esa señora gorda que se identificó como Margarita Gutiérrez, pues su gafete no mostraban bien su nombre, cerró la reja de acceso a las 6 p.m. en lugar de que lo hicieran los escrutadores por orden de los presidentes de casillas y ella misma ordenó a gritos que los representantes de los partidos políticos se mantuvieran alejados del conteo de votos, que los funcionarios de cada casilla sacaran al mismo tiempo las boletas que empezaron a caer al suelo por la fuerza del viento, que esto que aquello...

Hasta que los hombres y mujeres que estaban en la calle viendo todo le hicieron notar que esas no eran sus funciones pues carece de autoridad, lo cual recaía en los presidentes de las casilla pero la citada mujer, Margarita Gutiérrez (FOTO INCLUIDA) en lugar de aceptar que es capacitadora y estaba violando la ley, sugirió: "pongan su recurso de inconformidad electoral" a quienes le hicieron esos comentarios.

Esta mujer, a quien apodaron como La Bob Esponja por ser corpulenta al cuadrado, incluso les pagó a 100 pesos a cada una de las dos mujeres que antes del cierre de casillas llegaron al lugar porque dizque eran suplentes pero llegaron temprano al sitio pero no fue necesario su servicio pues ya estaban los titulares de las casillas. "Es poco pero la señora nos dio algo", decían esas féminas mientras guardaban los dos billetes de a 50 pesos cada una, al retirarse del lugar sin firmar ningún documento.

Era tanta la perversidad de La Bob Esponja chetumaleña que se negó a darles una botellita de agua a los muchachos de Morena que cuidaban una de las casillas. Cuestionada por qué no quiso entregar esas botellitas de agua, la señora alegó haberlas comprado "de mi dinero" y ahí se quedaron asentadas ante la mirada triste de los chavos morenos.

En otras casillas visitadas la gente no reportó el mismo problema de la Bob Esponja pero sí estaban pendientes del conteo de votos desde afuera por parte de los funcionarios de casilla que recibieron entre 400 y 500 pesos de compensación por su lador desde temprano hasta ya casi terminando el domingo en que arrasó Morena en casi todo el país.- N.L.A., Chetumal, Q. Roo