Como casi todos los funcionarios del llamado "gobierno del cambio" que viven en otros lugares, Alejandro Ramos viene uno o dos días a Chetumal, despachan algunos asuntos y se regresan a sus lugares de origen olvidando que esta es la ciudad capital, sede de los tres poderes constitucionales, centro de las operaciones políticas desde donde se debe orientar el rumbo de Quintana Roo.
Chetumaleños y políticos de casa lamentaron que esta situación de abandono se ha dado durante los últimos gobiernos porque los gobernantes en turno, empezando por Carlos Joaquín, también vive en Cancún, al grado de que la Casa de Gobierno está cerrada, por fortuna ya casi ni policías distraen para resguardarla por fuera, lo cual era innecesario.
"Pero eso explica por qué el gobierno del llamado cambio va de mal en peor", señala un conocido burócrata, al lamentar la ofensa que le hizo a los chetumaleños y al sur de Quintana Roo el mismo Carlos Joaquín quien ganó las elecciones gracias al voto de los chetumaleños y la gente del sur pero no trasladó su residencia a suelo chetumaleño sino que se quedó en Cancún.
El caso de Alejandro Ramos (FOTO INCLUIDA) es apenas uno de los muchos secretarios, directores y demás gente de primer y segundo nivel que casi no trabajan porque viven en Cancún o en otras entidades a donde viajan para hacer política, convivir con sus familias, mientras los problemas no se resuelven o se complican por su ausencia, pero lo mismo pasa con el director de Agua Potable, Gerardo Mora Vallejo, el diputado presidente del Poder Legislativo Eduardo Martínez Arcila, por citar sólo unos ejemplos.
Del viernes al mediodía al lunes o martes de hecho no hay gobierno y las dependencias estatales son manejadas por secretarias o secretarios particulares que tratan de justificar la ausencia de sus jefes, si acaso algunos subsecretaririos o jefes de departamento que no arreglan nada, como parte del llamado "cambio" ofrecido por el falaz Carlos Joaquín, quien ya perdió dos años de gobierno pero lo disfrutó viajando, rodeado de guaruras y carros blindados, alejado de quienes lo llevaron al cargo.- N.L.A., Chetumal, Q. Roo
Chetumaleños y políticos de casa lamentaron que esta situación de abandono se ha dado durante los últimos gobiernos porque los gobernantes en turno, empezando por Carlos Joaquín, también vive en Cancún, al grado de que la Casa de Gobierno está cerrada, por fortuna ya casi ni policías distraen para resguardarla por fuera, lo cual era innecesario.
"Pero eso explica por qué el gobierno del llamado cambio va de mal en peor", señala un conocido burócrata, al lamentar la ofensa que le hizo a los chetumaleños y al sur de Quintana Roo el mismo Carlos Joaquín quien ganó las elecciones gracias al voto de los chetumaleños y la gente del sur pero no trasladó su residencia a suelo chetumaleño sino que se quedó en Cancún.
El caso de Alejandro Ramos (FOTO INCLUIDA) es apenas uno de los muchos secretarios, directores y demás gente de primer y segundo nivel que casi no trabajan porque viven en Cancún o en otras entidades a donde viajan para hacer política, convivir con sus familias, mientras los problemas no se resuelven o se complican por su ausencia, pero lo mismo pasa con el director de Agua Potable, Gerardo Mora Vallejo, el diputado presidente del Poder Legislativo Eduardo Martínez Arcila, por citar sólo unos ejemplos.
Del viernes al mediodía al lunes o martes de hecho no hay gobierno y las dependencias estatales son manejadas por secretarias o secretarios particulares que tratan de justificar la ausencia de sus jefes, si acaso algunos subsecretaririos o jefes de departamento que no arreglan nada, como parte del llamado "cambio" ofrecido por el falaz Carlos Joaquín, quien ya perdió dos años de gobierno pero lo disfrutó viajando, rodeado de guaruras y carros blindados, alejado de quienes lo llevaron al cargo.- N.L.A., Chetumal, Q. Roo
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