Raymundo Martín Gómez
La inmensa mayoría de los habitantes de Chetumal, donde residen los tres poderes de Quintana Roo, consideran que Carlos Joaquín y su gabinete incumplió con creces su promesa de "cambio", que no hay mejoría significativa respecto al anterior desgobernador y que por lo tanto ya no lo quieren como gobernador.
Hemos publicado durante estos dos años reportes, comentarios, críticas y demás trabajos al respecto y la mayoría de las respuestas son de que este llamado gobierno del cambio sólo cambió para traer gente de afuera, de otras partes de la entidad y del país, para ocupar los principales cargos dentro del gobierno o a personas sin el afán de servir porque eran cuotas impuestas por el PAN y el PRD que creían haber generado el triunfo cuando en realidad Carlos Joaquín ganó por el voto de los chetumaleños y del sur de la entidad como castigo contra Roberto Borge (hoy preso en un penal del estado de Morelos) y sus amigos.
Pero Carlos Joaquín, quien se ha dedicado a viajar, a darse la buena vida y sin haber cambiado su residencia a Chetumal, donde se supone que trabaja en Palacio de Gobierno y creían que vivía en la enorme Casa de Gobierno de la Av. Insurgentes, ha ignorado estas voces contra su gestión y su gabinete al grado de que no sólo la ciudad capital se va a pique sino todo el estado.
La economía sigue de mal en peor en los 11 municipios, la salud no mejoró estos dos años sino al contrario, la educación está por los suelos, la inseguridad ahuyenta a los turistas e incluso el problema del sargazo en las otrora bellas playas del caribe mexicano fue soslayado al grado de que hoy corre a los turistas por el fétido olor, sin olvidar la terrible inseguridad que viven los municipios turísticos como Cancún o Playa del Carmen, por citar unos ejemplos.
Durante los últimos días, Carlos Joaquín (FOTO INCLUIDA) ha intentado querer reaccionar supervisando supuestas obras en marcha o haciendo giras en ciertos municipios pero lo real es que ya perdió dos años con su desgobierno en que no sólo traicionó la confianza que en el él depositaron con su voto los chetumaleños sino que Quintana Roo está en la lona, gracias a sus ineptos, nefastos, engreídos o corruptos colaboradores de su cerrado círculo.
La situación es más grave de lo que aparenta porque hay muchas personas que además de insultar al gobernador ya piden que renuncie, que deje el cargo, que se vaya, que regrese por donde vino, para que otra persona menos mala tome las riendas del gobierno, cuando faltan unos días para que rinda su segundo informe de gobierno en el que no tiene nada nuevo qué decir.
¿Ven por qué a corto y mediano plazo no recomendamos desoír las voces críticas que piden hacer mejor las cosas? Quienes reciben su dinero mensual dentro del gobierno no pueden publicar todo esto. Pero los que nos dedicamos al periodismo, más allá de los intereses particulares, a tiempo le advertimos a Carlos Joaquín y a sus colaboradores que iban por el rumbo equivocado. No escucharon, no oyeron y ahí están los resultados.
Quintana Roo, nuestro amada entidad en el pasado reciente rica y generosa, está en la lona mientras los mafiosos, los siniestros dizque políticos, que hoy se supone están al frente del gobierno, se siguen enriqueciendo incluso mediante sus vicios y corruptelas. Se los dijimos pero no oyeron, ¿y ahora..? Se perdió hasta la confianza.- Raymundo Martín Gómez, Chetumal, Q. Roo
La inmensa mayoría de los habitantes de Chetumal, donde residen los tres poderes de Quintana Roo, consideran que Carlos Joaquín y su gabinete incumplió con creces su promesa de "cambio", que no hay mejoría significativa respecto al anterior desgobernador y que por lo tanto ya no lo quieren como gobernador.
Hemos publicado durante estos dos años reportes, comentarios, críticas y demás trabajos al respecto y la mayoría de las respuestas son de que este llamado gobierno del cambio sólo cambió para traer gente de afuera, de otras partes de la entidad y del país, para ocupar los principales cargos dentro del gobierno o a personas sin el afán de servir porque eran cuotas impuestas por el PAN y el PRD que creían haber generado el triunfo cuando en realidad Carlos Joaquín ganó por el voto de los chetumaleños y del sur de la entidad como castigo contra Roberto Borge (hoy preso en un penal del estado de Morelos) y sus amigos.
Pero Carlos Joaquín, quien se ha dedicado a viajar, a darse la buena vida y sin haber cambiado su residencia a Chetumal, donde se supone que trabaja en Palacio de Gobierno y creían que vivía en la enorme Casa de Gobierno de la Av. Insurgentes, ha ignorado estas voces contra su gestión y su gabinete al grado de que no sólo la ciudad capital se va a pique sino todo el estado.
La economía sigue de mal en peor en los 11 municipios, la salud no mejoró estos dos años sino al contrario, la educación está por los suelos, la inseguridad ahuyenta a los turistas e incluso el problema del sargazo en las otrora bellas playas del caribe mexicano fue soslayado al grado de que hoy corre a los turistas por el fétido olor, sin olvidar la terrible inseguridad que viven los municipios turísticos como Cancún o Playa del Carmen, por citar unos ejemplos.
Durante los últimos días, Carlos Joaquín (FOTO INCLUIDA) ha intentado querer reaccionar supervisando supuestas obras en marcha o haciendo giras en ciertos municipios pero lo real es que ya perdió dos años con su desgobierno en que no sólo traicionó la confianza que en el él depositaron con su voto los chetumaleños sino que Quintana Roo está en la lona, gracias a sus ineptos, nefastos, engreídos o corruptos colaboradores de su cerrado círculo.
La situación es más grave de lo que aparenta porque hay muchas personas que además de insultar al gobernador ya piden que renuncie, que deje el cargo, que se vaya, que regrese por donde vino, para que otra persona menos mala tome las riendas del gobierno, cuando faltan unos días para que rinda su segundo informe de gobierno en el que no tiene nada nuevo qué decir.
¿Ven por qué a corto y mediano plazo no recomendamos desoír las voces críticas que piden hacer mejor las cosas? Quienes reciben su dinero mensual dentro del gobierno no pueden publicar todo esto. Pero los que nos dedicamos al periodismo, más allá de los intereses particulares, a tiempo le advertimos a Carlos Joaquín y a sus colaboradores que iban por el rumbo equivocado. No escucharon, no oyeron y ahí están los resultados.
Quintana Roo, nuestro amada entidad en el pasado reciente rica y generosa, está en la lona mientras los mafiosos, los siniestros dizque políticos, que hoy se supone están al frente del gobierno, se siguen enriqueciendo incluso mediante sus vicios y corruptelas. Se los dijimos pero no oyeron, ¿y ahora..? Se perdió hasta la confianza.- Raymundo Martín Gómez, Chetumal, Q. Roo
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